El ozono se puede obtener de dos maneras diferentes, el método más común y útil es el de descarga de corona, en este procedimiento el oxígeno atraviesa un campo eléctrico y se le somete a descargas de alto voltaje, de esta manera los enlaces se rompen y pueden formar el ozono (O3). Por otro lado, también se puede emplear la luz ultravioleta aunque en cantidades más pequeñas.
El ozono ataca a los organismos y rompe sus paredes celulares, así los organismos pierden la capacidad de activarse. A pesar de su gran eficiencia, no es el compuesto idóneo para eliminar las partículas en una posible recontaminación. Asimismo, la ozonización se puede realizar de dos maneras.